Una nueva poesía titulada
"Hablemos de..."
el sentimiento que superfluo
engarza las olas del mar,
cuán extenso como profundo,
y amenaza colisionar
contra vigas ya putrefactas
que sostienen en el raso
un poeta meditabundo
Que largos los dos brazos,
qué flacos son sus rasgos,
con ajadas viejas ropas
afectadas por la carcoma,
resguarda el alma rota
de la mar cuyos caprichos
dominan al abatido.
Lamentando pernocta
las últimas palabras
que salen por su boca
"Hablemos del amor",decía
el poeta simpatiza con pescador.
Cuantos peces hay mujeres
pero uno siempre se zafa
de las redes del corazón.
Como el pez espada clava
las espinas a su merced,
el espíritu de desvanece
entre furia de mareas,
tiñéndolas de dolor.
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