Partiendo de esta frase podemos desmembrar a la sociedad compuesta de hoy en día.Nos encontramos en una inestabilidad global que afecta a todos los campos (sociales, económicos,políticos), y a estas alturas aquel que se para para observar con detenimiento y analizar en profundidad tanto su estado de hombre civil como la naturaleza que lo rodea, es tachado de cínico, y sí, digo cínico porque ellos, pertenecientes a la remota escuela filosófica de Antístenes, rechazaban los convencionalismos sociales y optaban por una vida austera.
La vida austera que hemos perdido, y suplantado por una vida llena de adornos y maquillajes que lo único que hacen es tapar nuestro ser, nuestra verdadera esencia de ser humano.
Solamente debemos fijarnos en la respuesta que darían las personas, digamos por ejemplo, los hombres, a una simple y varonil pregunta como ¿Cual de las siguientes chicas fotografiadas te atrae más?
Ésta es una pregunta típica de cuestionarios populares, y su respuesta aún es mas popular que los villancicos navideños. Los hombres de sexo masculino, desde la niñez han sido educados en unos gustos y la sociedad se ha ido domando a si misma para dar lugar a unos conceptos falsos, que se engloban en el concepto de ideología.
La respuesta de un considerable número de encuestados tendría en común una mujer de pechos protuberantes, acompañados de una delgadez equilibrada de sinuosas curvas, y rematado con unos cabellos largos que afilen un rostro natural de nariz perfilada y labios "glotones".
No es que esa mujer idealizada, ese prototipo, sea lo que más le guste a cada hombre. Esa respuesta no es más que otro ejemplo dela gran influencia que tiene el hombre sobre el hombre.
El apoyo de ésta explicación está en la experiencia de vosotros mismos. La mayoría de la población no ha acabado con la mujer que han señalado en la encuesta, quizás ni tenga los pechos grandes, puede que esté un poco más rellenita e incluso que tenga la nariz de una urraca o un boxeador veterano, pero al hombre que le preguntes sobre su pareja, te dirá muy seguramente que para él, es la persona más bella sobre la faz de la tierra.
Puede que suene demasiado embelesado, pero la mente es un lugar desconocido, y en el rincón de esa persona en el pedestal de la belleza se encuentra un Daniel, María, José, Marta, Andrea...Y debajo de la reluciente basa dorada en la que se encuentra su pareja, se hallan celebridades como Elsa Pataky, Eva Mendes, Scarlett Johanson, o la irresistible Angelina Jolie.
La curiosidad que abarca llegados a este punto es cuando lanzas la pregunta como caña al aire a un hombre casado queriendo pescar el verdadero hombre natural que hemos perdido, y le dices ¿Con quién te quedas, con (Olga, Juan), o con (Jessica Alba, Hugh Jackman)?
En ese instante el encuestado se valdrá de un par de segundos para ponderar las opciones, y finalmente contestará con resolución que su Olga o su Juan, pero...¿por qué?¿para quedar bien?
La respuesta está en la filosofía, en el término del empirismo. El empirismo es experiencia, y la experiencia vivida con la pareja da al hombre una seguridad y comodidad que un extraño como Brad Pitt o Megan Fox no puede asegurarnos al cien por cien. ¿Será porque nos acostumbramos rápidamente a lo bueno?¿Será por el miedo al cambio y además que éste sea peor?
Posiblemente, sí.
En la mayoría de los casos cuando los hombres establecen lazos de relación comienzan a crear unos gremios, en los que se siente cómodo y "poderoso" a partes iguales entre sus conocidos, que bien pueden ser amigos y/o familiares. El hecho de cambiar rotundamente una acción repetida a lo largo de un periodo lo suficientemente largo (que varía en función de la independencia del sujeto) supone la anteriormente dicha "inestabilidad", que llevada a un campo psicológico, se le da el nombre de "inestabilidad psicológica". Es cuando el sujeto no puede actuar correctamente por sentirse vulnerable ante la colectividad.
Resumiendo este comportamiento, podemos vislumbrar que el hombre carece de confianza en sí mismo, y es dependiente del conjunto que lo rodea, convirtiéndolo en un ser débil, pero que en los momentos en los que un hombre analiza a otro, éste último entra en un cinismo, que recuerda la austeridad, la honestidad de la vida de antes y una mesura y carácter único del individuo que debe tratar de no perder jamás.
Porque el carácter del individuo es el que hace a los hombres diferentes entre sí, y sirve para no perder el objetivo de cada sujeto en el mundo sensible, es decir, el mundo contemporáneo.
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